sábado

Cosas que pasan cuando no hay talento

          Queriendo ahondar en el conocimiento del significado de la expresión post tenebras spero lucem, llegué a un texto de Doris Lessing que echó por borda tanto mi entereza espiritual como todo lo que escribí hasta ahora.
          Dice Doris:
          “Vivimos tiempos en que resulta aterrador estar vivo: hoy es difícil pensar en los seres humanos como seres racionales, dondequiera que dirigimos la mirada vemos brutalidad y estupidez. Pareciera incluso que no hay otra cosa que ver; en todas partes prevalece un descenso hacia la barbarie que somos incapaces de evitar. Pero, en mi opinión, aun siendo verdad que existe un deterioro general de nuestro comportamiento, precisamente porque las circunstancias son aterradoras nos quedamos hipnotizados y no notamos –o si lo hacemos le restamos importancia– la existencia de fuerzas igualmente poderosas y que son de naturaleza contraria: las fuerzas de la razón, de la cordura y de la civilización”.
          Este pequeño párrafo resume las más de trescientas páginas que lleva TODA TU MIERDA, y también el sentido de la totalidad de lo que hice y dije desde nací.
          Claro que aquí está dicho y hecho con talento, que, de tan poco que abunda, parece ya con toda franqueza anomalía; como cuando la casualidad hace que un hombre perdido llegue a una manada de monos.