domingo

Argumenthum Psycopathicum

          Alguien me llama y advierto el pensamiento de un psicópata. La imagen viene durando más de cuarenta años o acaso menos; no sé qué caminos discursivos tomará una vez que atienda el llamado y me coloque frente a él. ¿Es definida o indefinida su voluntad próxima? El problema involucra el de la existencia de Freud. Si Freud existe, su voluntad próxima es definida, porque Freud sabe cuál será el curso de acción que tomará el psicópata. Si Freud no existe, su voluntad próxima es indefinida, porque nadie pudo haberse dado cuenta de que su enorme capacidad de ser hijo de puta es algo más que un mero temperamento. En tal caso, creo que en lo inmediato intentará penetrar en mi subjetividad para destruirla (digamos), y, por otra parte, que ha hecho algo más que interactuar; pero no quiere recabar información para satisfacer una duda, ni jugar, ni departir, ni dar su mano franca, ni ser completamente veraz, ni dejar de saciar un interés, ni perder el tiempo, ni desnudar su alma, ni contemplarme como un semejante, ni afirmar a Dios. Escucho su voz que ingresa en el Yo desde lo imperativo, pero no sé si me ordenará contestar, participar, exponer, recibir, atender, contribuir, ser com-presente, legitimar su existencia ni reír. Su curso de acción es inconcebible; ergo, Freud existe.

viernes

Funcionamiento empático de una pareja sadomasoquista - Para un ensayo sobre la ilusión trascendental

          Entre mis recuerdos más ocultables, encontré este poema en francés mal escrito con lo muy poco que había aprendido en el secundario estatal:

Papa prenait la chaussure de maman
et il se mit à rire
et maman se mit aussi à rire
mais en tenant un peu
de la peur,
parce qu'elle savait papa commencerait à se gratter la plante
dans ce jeu cette fois avec pas de sang
et alors oui, les démangeaisons
serait insupportables.

Papá tomaba un zapato de mamá
y se echaba a reír
y mamá reía también
pero sintiendo un poco
de miedo,
porque sabía que papá comenzaría a rascar la suela
en ese juego  esta vez sin sangre
y entonces sí, la picazón
sería insoportable.

sábado

Miseria de mí mismo

          Hoy me siento igual de minusválido que hace más de veinte años, cuando usaba chombas espantosas de hilo de segunda, con motivos que se desgajaban desde el primer lavado, y tenía consciencia de mi pene y de mi imposibilidad de seducción la mayor parte de las horas. Apenas había empezado la carrera universitaria que me depositaría en el barril de los inservibles: hoy me repugna pensar qué es lo que le conviene a mi cliente, y mucho más verme negociando como un fenicio espurio grandezas relativas y pequeñeces objetivas de la vida de cuarto be.
          Entiendo que el todo que me fue esquivo haya derivado en mi miseria actual, que aun encuentra correlato físico en mis podredumbres que se ven.
          Las chombas de la calle Avellaneda, que me impulsaban el abdomen y me cercenaban todas las potencias, ahora me dan miedo porque lo que diagnosticaban era cierto. De esta oración para arriba, léase como una anotación pelotudísima de red social.

lunes

Me están hackeando el blog

          Chicos, me están hackeando el blog. Había escrito un largo reguero de razones que estaba bastante bueno, pero tengo miedo de que el hacker se perturbe, haga otras cosas y afecte a mis contactos. Ya me hackearon también mis dos casillas de mails, que tuve que cerrar. Mis correos actuales pertenecen a distintas corporaciones y están permanentemente monitoreadas.

          Tengo también temor de otras cosas feas, en especial porque los años me han enseñado que la racionalidad no es eficiente para combatir la irracionalidad.

          Les envío un saludo, Pietro.

domingo

Cositas de Papá (X) - Potencia de daño

          Uno de los insultos más comunes que me dirigía mi progenitor biológico -titiritero del grupo enfermo y títere de su psicopatía- era la enunciación de una paradoja que, sin embargo, cumplía con toda eficacia su intención de estigmatizar. Frente a cualquier intercambio de ideas en el que yo sostuviera una posición contraria a sus afirmaciones o negaciones -posición que aun provendría de mi percepción infantil-, papá sentenciaba:

Mirá, tu madre es una santa, pero vos sos un hijo de puta.

          Verdad evidente que no hallaba punto de discusión ni controversia, y de la cual no se podía salir, como ciertamente y durante décadas no pude.

          Mamá, claro, no decía nada.

Resignificación, como diría una "docente"


COPROFAGIA: Tendencia de los co-propietarios a comerse entre sí; en especial, en las "Asambleas" de consorcio.

Nota de Pietro: Qué bueno que eligieran inmolarse.