domingo

Paréntesis por culpa de muchos boludos

          Capaz que el comentario que sigue peca de burgués. Pero me parece que es un botón de muestra de la filosofía de cagarse en los demás que comulga la porquería.

          La cosa es ésta: ¿cómo puede ser que en la "caja rápida" del supermercado haya forros que paguen con tarjeta de crédito? Es decir, que impunemente les importe un pito que los demás estén esperando su tardanza de marcada torpeza de mediocre de tres a cinco minutos porque siempre tienen que arreglar pelotudeces de que no entienden del ticket, de que adónde tienen que firmar, de que se olvidaron el DNI, de que se les cae la cartera mientras firman, de que el marido o la mujer miran para otro lado y el que firma pide ayuda porque no sabe hacer un carajo más que lo que le obligan en el laburo, cosas de esas. O sea, ¿la idea de la "caja rápida" no es que haya un flujo de compradores más o menos ágil, que no hagan otra cosa que exhibir la poca mierda que compraron, pagar e irse? Por eso la "caja rápida" permite el paso de porquería que compró sólo 10 ó 15 artículos, cosa que no pagues más de $ 100 por todo y te vayas contento a tu casa, entre otras cosas porque sentís que tardaste menos que todos los demás y eso te pone bien, porque sos así: sos basura, la historia podría prescindir de vos pero estás ahí por alguna vuelta del funcionamiento de la naturaleza. Naciste porquería, podrías haber sido tortuga, ameba o cocodrilo si se hubieran combinado distinto los elementos químicos y el paso de los años. Daba lo mismo, por lo menos respecto de vos.

          ¿Por qué no les da un ataque de lucidez y empiezan a ver lo que son? Qué bueno sería. Pero, lamentablemente, en este preciso momento toda esa porquería está abriendo paquetes de supermercado comprados con tarjeta de crédito en la "caja rápida", satisfechos de confirmar que les da el culo para el colorinche que están abriendo, satisfechos de haber llegado antes a la casa que los demás -a quienes consideran que "durmieron" en las otras cajas-, satisfechos de morfar cosas que todos comen, satisfechos de ser lo que son.

          Otra es mi satisfacción, mal que me pese, porque no hay con qué.