sábado

Otro paréntesis: Miren cómo empieza esta nota de La Nación de hoy

          Se llama La mujer de 102 años que no puede olvidar. Se los dejo, un abrazo:

          La mujer está casi ciega, tiene 102 años y aún recuerda la línea verde en los dientes de aquel chico de 14 que murió, literalmente, de amor por ella. Era un vecino de enfrente que estudiaba en el Liceo Naval, quería ser marino y tenía una pistola.

          El muchacho había nacido en La Pampa, en algún lugar donde el agua manchaba, y tenía una sonrisa decepcionante con esa maldita línea que, a la mujercita, tanto le repelía. El marinerito la requería en amores, pero ella le escapaba al convite. Entonces, un día, el muchacho se pegó un tiro.

          Todos quedaron espantados en el barrio y algún tiempo después el hermano mayor de aquel malogrado cadete llamó a la chica de enfrente y le hizo una extraña pregunta: "¿Pero por qué no lo querías?" A lo que la chica respondió llorando: "Porque tenía la línea verde en los dientes". Y no paraba de llorar y de decirle a todo el mundo: "Si él me hubiera dicho que se mataba, yo lo habría querido. Lo juro. Lo habría querido".